Según un análisis del Banco de España, el país está “robando” cuota de mercado a las potencias comerciales de la Unión Europea, como Alemania, Francia e Italia, después de la pandemia. El informe destaca que las exportaciones de servicios no turísticos se están convirtiendo en el motor principal de la economía española. Las empresas exportadoras todavía se benefician de los recortes de los costes laborales durante la Gran Recesión y de la moderación salarial tras la pandemia, lo que les permite ser muy competitivas tanto en el extranjero como en sectores de alto valor añadido.
Aunque se suele asociar a España con el turismo, las exportaciones de servicios no turísticos están impulsando realmente el PIB del país. El informe del Banco de España destaca que la “capacidad competitiva de los exportadores españoles de servicios no turísticos frente a nuestros principales socios se ha visto favorecida por la tónica de moderación salarial mantenida en nuestro país”.
En los servicios, los costes laborales tienen un mayor peso en la estructura de costes que en las manufacturas. Los bajos salarios permiten a las compañías exportadoras ser competitivas. Esta tendencia se remonta a la crisis económica anterior, que duró desde 2008 hasta 2012, y que provocó una devaluación interna y recortes salariales. Desde entonces, la remuneración relativa ha disminuido un 10,3%, lo que concede una gran ventaja competitiva al sector exportador español.
El informe también destaca que la pandemia y el Brexit han dejado oportunidades para las exportaciones españolas. La cuota española ha aumentado ligeramente en comparación con la de otros países de la zona euro, especialmente Italia, Alemania y Francia.
Las exportaciones de servicios no turísticos han experimentado un crecimiento acumulado del 50% entre 2020 y 2022, lo que las sitúa cerca de un 20% por encima de los niveles de 2019. Este crecimiento se ha basado principalmente en los servicios empresariales, de transporte y tecnológicos, dirigidos al área del euro y a América del Norte.
Las empresas exportadoras en España son más grandes, invierten más en I+D, tienen empleados más cualificados y una mayor productividad laboral. Las grandes empresas, que representan el 80% del total, concentran prácticamente la mitad del valor de las exportaciones de servicios no turísticos.
En resumen, España está experimentando un auge en las exportaciones de servicios no turísticos, lo que está cambiando la estructura productiva del país. Con la demanda externa superando a la interna, las exportaciones están impulsando el crecimiento económico, en contraste con la tradicional dependencia del consumo interno.