La citología y el exudado son dos técnicas utilizadas en medicina para obtener muestras de tejidos o fluidos corporales con el fin de diagnosticar enfermedades. La principal diferencia entre ambas radica en el tipo de muestra que se obtiene. La citología se basa en la recolección de células, generalmente mediante raspado o cepillado, y su posterior análisis microscópico para detectar cambios anormales o células cancerosas. Por otro lado, el exudado consiste en la recolección de fluidos corporales, como la sangre, orina o líquido cefalorraquídeo, para evaluar la presencia de infecciones o inflamaciones. Ambas técnicas son fundamentales en el diagnóstico y seguimiento de diversas enfermedades.
diferencia entre citologia y exudado
El cultivo microbiológico es más efectivo que la citología para diagnosticar cualquier tipo de infección, ya que identifica todos los gérmenes, aunque es más costoso. La citología es útil para diagnosticar las infecciones clínicamente más comunes.
¿Qué es un exudado?
El exudado es un líquido que se filtra de los vasos sanguíneos hacia los tejidos cercanos. Está compuesto por células, proteínas y materiales sólidos. Puede supurar de incisiones o de áreas infectadas o inflamadas, también conocido como pus.
En el caso de la retinopatía diabética, una enfermedad ocular, se pueden formar exudados en la retina del ojo.
¿Cuál es el mejor momento para hacer la citología?
La prueba de Papanicolaou no se debe realizar durante la menstruación. Se recomienda hacerla aproximadamente cinco días después del último día del período. Además, es importante evitar el uso de tampones, espumas anticonceptivas, cremas vaginales, otros medicamentos o cremas en la vagina, lavados o irrigaciones vaginales, y tener relaciones sexuales vaginales de 2 a 3 días antes de la prueba.
¿Cómo empieza el virus del papiloma humano?
El VPH es una infección común que puede desaparecer por sí sola sin causar problemas de salud. Sin embargo, en algunos casos, el VPH puede persistir y causar verrugas genitales o incluso cáncer.
Las verrugas genitales suelen aparecer como pequeños bultos o grupos de bultos en la zona genital. Pueden ser de diferentes tamaños y formas, como planas, elevadas o con forma de coliflor. Un proveedor de atención médica puede diagnosticar las verrugas genitales al examinar la zona genital.
¿Cómo se llama la prueba para saber si una mujer ha tenido relaciones?
La ecografía vaginal es una técnica de imagen que utiliza ultrasonidos para obtener imágenes del útero y los ovarios a través de la vagina. También existen otras formas de adquirir imágenes con ultrasonido cuando no se puede realizar la ecografía vaginal. Esta prueba se realiza comúnmente durante la revisión ginecológica, especialmente si la mujer ha tenido relaciones sexuales con penetración vaginal. Se utiliza un dispositivo alargado que se introduce en la vagina para captar las imágenes desde el interior, lo que permite una visualización cercana del útero y los ovarios.
¿Que sale en la citología cuando hay VPH?
La prueba del VPH y la prueba de Papanicoláu son pruebas de detección que ayudan a prevenir o detectar el cáncer de cuello uterino en etapas tempranas.
La prueba del VPH busca el virus del papiloma humano, que puede causar cambios celulares en el cuello uterino.
La prueba de Papanicoláu busca precánceres, que son cambios en las células del cuello uterino que podrían convertirse en cáncer si no se tratan adecuadamente.
Se recomienda que todas las mujeres entre 21 y 65 años se realicen la prueba de Papanicoláu. Si tienes entre 30 y 65 años, puedes optar por hacer solo la prueba de Papanicoláu, la prueba del VPH o ambas pruebas juntas.
¿Cómo sabe el ginecólogo si has tenido relaciones?
En la primera cita con un ginecólogo, se realiza una entrevista para conocer tu historial médico y ginecológico. En general, no se realiza un examen físico, a menos que sea necesario debido a tu edad, si has tenido relaciones sexuales, si tienes problemas menstruales o síntomas de infección.
Algunas pruebas que se pueden realizar incluyen un examen físico general, un examen pélvico, una citología, un cultivo vaginal y una ecografía pélvica. Si has tenido relaciones sexuales, se realizará una inspección de los genitales externos y de la vagina, así como una toma de muestra del cuello uterino para realizar una citología. Este procedimiento no suele ser doloroso.
El ginecólogo también te preguntará sobre la regularidad de tu ciclo menstrual, la fecha de tu última menstruación y si utilizas algún método anticonceptivo, entre otras cosas. Al final de la cita, se realizará un estudio para detectar posibles anomalías o para confirmar que todo está bien.
¿Que se ve en una citología?
La citología vaginal es una prueba de cribado utilizada para detectar células anómalas en la vagina y el cuello del útero. También puede detectar infecciones causadas por bacterias, hongos o virus.
El cáncer de cuello de útero es causado por el crecimiento incontrolado de células en el cuello del útero. La mayoría de estos cánceres son causados por serotipos de alto riesgo del virus del papiloma humano (VPH), como el 16 y el 18.
El VPH es una infección común transmitida sexualmente. Muchas infecciones por VPH se resuelven sin tratamiento, pero las infecciones persistentes por serotipos de alto riesgo pueden desarrollar cáncer de cuello de útero.
La citología vaginal puede detectar cambios celulares causados por el VPH, pero estos cambios no siempre indican cáncer. Se requieren estudios adicionales para determinar su significado clínico.
La citología vaginal es una herramienta útil para detectar células precancerosas y prevenir el desarrollo del cáncer cervical. También puede detectar el cáncer en etapas tempranas, lo que facilita su tratamiento.
La citología vaginal se recomienda cada 5 años en mujeres de 30 a 65 años, junto con la detección del VPH en algunas situaciones. No se recomienda la detección del VPH antes de los 30 años, ya que las infecciones suelen resolverse espontáneamente en mujeres jóvenes y sexualmente activas.
¿Cuáles son los tipos de citología?
La Citología es una parte de la Anatomía Patológica que se encarga de estudiar las alteraciones morfológicas a nivel celular. Se divide en dos categorías principales: Citología Exfoliativa y Citología por punción-aspiración con aguja fina (PAAF).
La Citología Exfoliativa se enfoca en el estudio de las células descamadas de las superficies corporales, principalmente para detectar enfermedades neoplásicas. También se utiliza para realizar recuentos celulares en diferentes líquidos orgánicos y estudiar la influencia hormonal en las células del aparato reproductor femenino. Algunos ejemplos comunes de citología exfoliativa son la ginecológica cérvicovaginal, la del aparato respiratorio (incluyendo esputo, cepillados y aspirados bronquiales), la de orina, la de líquido cefalorraquídeo y la de derrames en cavidades (principalmente ascítico, pleural y pericárdico).
En la actualidad, el método de citología en fase líquida se ha impuesto como el más utilizado para el procesamiento de las muestras citológicas. Este método concentra y optimiza el material remitido al Servicio de Anatomía Patológica, suspendiendo las células exfoliadas en una solución fijadora. Debido a su versatilidad, ausencia de artefactos y mejor calidad de las imágenes, este procedimiento se ha convertido en la elección preferida, incluyendo la estandarización de las preparaciones citológicas y su posterior análisis mediante métodos computarizados.
Existen servicios especializados en el análisis de muestras citológicas, tanto en general como en el ámbito ginecológico. Estos servicios tienen condiciones específicas para la prestación del servicio, que deben ser cumplidas para garantizar la calidad y precisión de los resultados.
¿Qué tipo de cáncer detecta la citología?
La citología es una herramienta efectiva para detectar diferentes condiciones relacionadas con la salud femenina. Una de ellas es el cáncer de cuello uterino, que se produce en el tejido que recubre el cuello del útero y es causado por el virus del papiloma humano (VPH). La detección temprana de este tipo de cáncer es crucial para un tratamiento exitoso, y la citología es una forma valiosa de lograrlo.
Además, las infecciones vaginales como la candidiasis, la tricomoniasis y la clamidia son muy comunes y pueden ser detectadas a través de una citología vaginal. Esto permite determinar si hay células anormales o signos de infección en el tracto genital femenino. Estas infecciones son tratables con medicamentos, por lo que es importante detectarlas lo antes posible.
Las lesiones precancerosas también pueden ser detectadas mediante una citología. Estas lesiones pueden aparecer en el cuello uterino, la vagina o el tracto urinario, y si no se tratan a tiempo, pueden convertirse en cáncer. La citología es una forma efectiva de detectar estas lesiones y permitir que se les dé el tratamiento adecuado antes de que se conviertan en un problema más grave.
Asimismo, las infecciones de transmisión sexual (ITS) como la gonorrea y la sífilis pueden ser detectadas mediante una citología. Estas infecciones pueden afectar tanto a hombres como a mujeres y pueden causar graves problemas de salud si no se tratan a tiempo. La citología puede ayudar a detectar estas infecciones en sus fases iniciales y comenzar el procedimiento necesario para tratarlas, evitando así su evolución.
Por último, las lesiones de la piel como verrugas, manchas y úlceras también pueden ser examinadas mediante una citología. Esto puede ayudar a determinar si una lesión es benigna o maligna y si es necesario darle tratamiento. La citología es una herramienta útil para evaluar y diagnosticar diferentes condiciones relacionadas con la salud femenina.
¿Qué hacer cuando en la citología salió inflamación?
Cuando una citología es reportada como inflamatoria, significa que se observan células de defensa como linfocitos o neutrófilos en el extendido. Esto no necesariamente indica que haya enfermedad o inflamación en el cuello uterino o endocervix. Sin embargo, si la paciente presenta síntomas como flujo vaginal, mal olor o prurito vaginal, se deben descartar infecciones que puedan causar inflamación en el cuello uterino. Algunas de las bacterias que frecuentemente afectan esta área son la clamidia y la neisseria gonorrehae, así como también pueden presentarse hongos como la candida o tricomonas. El médico determinará el tratamiento según el agente causante.
En algunos casos, detrás de una citología inflamatoria puede haber una lesión intraepitelial en el cuello uterino causada por el virus del papiloma humano (HPV). En mi experiencia, prefiero realizar una colposcopia en los casos de citologías inflamatorias, ya que en aproximadamente el 25% de los casos he encontrado una lesión por HPV. Esto significa que la sensibilidad de la citología es muy baja para detectar el virus.
En los casos de citología inflamatoria en los que no se realiza una colposcopia, recomiendo repetir la citología en 6 meses para mayor seguridad de la paciente.
Por eso, si se presentan 3 citologías inflamatorias, el paciente debe ser evaluado con colposcopia y, en caso de haber una lesión blanquecina al aplicar ácido en el cuello del útero, el médico procederá a tomar una biopsia.
La metaplasia en la citología se refiere a un cambio o transformación. El cuello uterino está recubierto por dos tipos diferentes de epitelio: el endocérvix, que está tapizado por un epitelio glandular más delicado, y el exocérvix, que presenta un epitelio plano estratificado más resistente. Con el tiempo y en respuesta a agentes agresores como los partos, la mucosa endocervical sufre un cambio en su epitelio intentando transformarlo en un epitelio escamoso similar al del exocérvix. Esto se conoce como metaplasia escamosa y es un cambio normal en respuesta a reacciones inflamatorias y a la maduración del cuello uterino. En ocasiones, equivale a una cicatrización y no requiere tratamiento ni exámenes especiales, ya que no es una enfermedad.
En el caso de una citología con atrofia, el cuello uterino de una mujer menopáusica deja de recibir estímulos hormonales y sus células dejan de madurar, presentando un aspecto similar en todas las capas de su epitelio. Las células descamadas que se observan en la extensión corresponden a células de las capas profundas o basales, y este patrón citológico se califica como atrófico. Es normal ver patrones diferentes en la extensión de una mujer de 20 o 60 años en relación con su estado hormonal, sin que esto signifique que exista alguna patología. El tratamiento para la atrofia puede ser con estrógenos en crema vaginal, lo cual puede mejorar el dolor y ardor vaginal que experimenta la mujer en la menopausia durante las relaciones sexuales.
En caso de citologías anormales, se recomienda consultar con un ginecólogo.
Revisado por el Dr. Alejandro Mejía López, Especialista en Ginecología y Obstetricia. Última revisión: febrero 27 de 2018.
Conclusión
La citología es una prueba médica que se utiliza para detectar posibles anomalías en las células del cuello uterino. Durante el examen, se toma una muestra de células del cuello uterino y se examina bajo un microscopio para detectar cualquier cambio o anormalidad.
Cuando se realiza una citología y se encuentra la presencia del virus del papiloma humano (VPH), esto puede indicar la presencia de una infección por VPH. El VPH es una infección de transmisión sexual común que puede causar verrugas genitales y, en algunos casos, puede llevar al desarrollo de cáncer de cuello uterino. Por lo tanto, es importante que las mujeres que tienen VPH sean monitoreadas de cerca y sigan las recomendaciones de su médico para el seguimiento y tratamiento adecuados.
Existen diferentes tipos de citología que se utilizan para detectar diferentes afecciones. Algunos de los tipos más comunes incluyen la citología convencional, la citología líquida y la prueba de VPH. Cada tipo de citología tiene sus propias ventajas y desventajas, y el médico determinará cuál es el más adecuado para cada paciente en función de su historial médico y sus necesidades individuales.
El mejor momento para hacer una citología es durante el período menstrual de una mujer. Esto se debe a que durante este tiempo, el cuello uterino está más abierto y las células son más fáciles de recolectar. Sin embargo, si una mujer está experimentando sangrado anormal o tiene una infección vaginal activa, es posible que se deba posponer la citología hasta que estas condiciones se resuelvan.
Antes de realizar una citología, hay ciertas cosas que una mujer debe evitar hacer. Esto incluye abstenerse de tener relaciones sexuales, usar tampones o duchas vaginales, y aplicar cremas o medicamentos vaginales. Estas actividades pueden alterar los resultados de la citología y dificultar la detección de posibles anomalías.
El ginecólogo no puede determinar si una mujer ha tenido relaciones sexuales simplemente mediante una citología. Sin embargo, puede hacer preguntas sobre la actividad sexual de la paciente y realizar un examen físico para buscar signos de actividad sexual, como desgarros o cicatrices en el himen.
La prueba para determinar si una mujer ha tenido relaciones sexuales se conoce como prueba de himen. Esta prueba implica examinar el himen para buscar signos de ruptura o desgarro, que pueden indicar actividad sexual previa. Sin embargo, es importante tener en cuenta que esta prueba no es 100% precisa y puede haber variaciones individuales en la apariencia del himen.
Un exudado es una muestra de líquido o tejido que se toma de una lesión o área inflamada del cuerpo. En el contexto de la citología, un exudado puede ser tomado de una lesión o área sospechosa en el cuello uterino para su análisis. Esto puede ayudar a determinar si hay alguna infección o anormalidad presente.
El virus del papiloma humano (VPH) comienza su ciclo de vida cuando entra en contacto con la piel o las membranas mucosas. Una vez que el virus ingresa al cuerpo, puede infectar las células del cuello uterino y causar cambios en su estructura y función. Estos cambios pueden llevar al desarrollo de cáncer de cuello uterino si no se detectan y tratan a tiempo.
La citología es una prueba que se utiliza para detectar diferentes tipos de cáncer, incluido el cáncer de cuello uterino. Durante la prueba, se examinan las células del cuello uterino para detectar cualquier cambio o anormalidad que pueda indicar la presencia de cáncer. La detección temprana a través de la citología puede ayudar a prevenir la progresión del cáncer y mejorar las tasas de supervivencia.
Cuando una citología muestra inflamación, es importante que la mujer consulte a su médico para determinar la causa de la inflamación y recibir el tratamiento adecuado. La inflamación puede ser causada por una infección o una reacción a ciertos productos o medicamentos. Es importante abordar la inflamación de manera oportuna para prevenir complicaciones y mantener una buena salud ginecológica.
Enlace de fuentes
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https://ginefem.com/las-5-enfermedades-que-se-pueden-detectar-en-una-citologia/
https://www.citomax.com/es/citologia-inflamatoria-a-que-puede-corresponder-PG128
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