La amigdalitis bacteriana y viral son dos tipos de infecciones que afectan las amígdalas, pero se diferencian en su origen y tratamiento. La amigdalitis bacteriana es causada por bacterias como el estreptococo, y generalmente requiere de antibióticos para su tratamiento. Por otro lado, la amigdalitis viral es causada por virus como el adenovirus o el virus de Epstein-Barr, y no responde a los antibióticos. Los síntomas de ambas pueden ser similares, como dolor de garganta, fiebre y dificultad para tragar, pero un médico puede determinar la causa exacta a través de pruebas de laboratorio.
diferencia amigdalitis bacteriana y viral
Para diferenciar entre amigdalitis vírica o bacteriana, se utiliza un test rápido. Se toca cada amígdala con una torunda de algodón y se analiza el resultado en pocos minutos, determinando si es vírico o bacteriano.
¿Qué pasa si besas a alguien con amigdalitis?
Cómo evitar el contagio de amigdalitis’, te recomendamos que entres en nuestra categoría de Enfermedades y efectos secundarios.
¿Cuánto tiempo dura una amigdalitis viral?
La amigdalitis vírica dura unos pocos días y no suele presentar complicaciones. Los síntomas desaparecen gradualmente a medida que pasa el ciclo del virus. Esto contrasta con la amigdalitis bacteriana, que tiene síntomas más intensos.
¿Cuántos días se toma ibuprofeno para la garganta?
No se recomienda el uso prolongado del ibuprofeno sin supervisión médica o farmacéutica. Respete la dosis máxima de 600 mg cada 8 horas y tome solo la cantidad necesaria para aliviar el dolor o la fiebre. El ibuprofeno de 400 mg tiene la misma eficacia que el de 600 mg pero con menos efectos secundarios.
¿Cómo saber si hay pus en la garganta?
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¿Qué es bueno para eliminar las bolitas blancas en la garganta?
Para eliminar el caseum amigdalar, se recomienda hacer gárgaras con agua tibia y sal. Esto se debe hacer 2 o 3 veces al día, durante aproximadamente 20 segundos cada vez. Si no te gusta el sabor de esta mezcla, también puedes hacer gárgaras con enjuagues bucales que no contengan alcohol, ya que el alcohol puede resecar la zona y empeorar el caseum.
¿Qué son los puntos blancos en las amígdalas?
Prevención y tratamiento de los puntos blancos en las amígdalas
Cuando se experimenta dolor de garganta, una de las primeras acciones que se puede tomar es examinar el fondo de la boca para detectar la presencia de puntos blancos en las amígdalas. Estas estructuras, que forman parte del sistema linfático, se encuentran en la parte posterior de la garganta. Si se observan puntos blancos en ellas, es natural preocuparse.
Sin embargo, es importante destacar que los puntos blancos en las amígdalas pueden ser causados por diversas afecciones, muchas de las cuales pueden tratarse fácilmente. Estos puntos pueden aparecer como manchas o estrías y, en algunos casos, pueden contener pus.
El síntoma más común asociado a los puntos blancos en las amígdalas es el dolor de garganta. Este síntoma suele indicar la presencia de una infección. El tratamiento necesario variará dependiendo de la causa subyacente de los puntos blancos.
En resumen, si se observan puntos blancos en las amígdalas y se experimenta dolor de garganta, es recomendable buscar atención médica para determinar la causa y recibir el tratamiento adecuado.
¿Cuál es el mejor antibiótico para la amigdalitis?
AmoxicilinaÁcido clavulánico Sala es un antibiótico que elimina las bacterias que causan diversas infecciones en adultos y niños. Contiene dos fármacos, la amoxicilina y el ácido clavulánico, que trabajan juntos para combatir las bacterias. La amoxicilina pertenece al grupo de medicamentos conocido como penicilinas, pero a veces puede perder su eficacia. Sin embargo, el ácido clavulánico evita que esto ocurra.
Este medicamento se utiliza para tratar una variedad de infecciones, como infecciones agudas de oído, nariz y garganta, infecciones del tracto respiratorio, infecciones del tracto urinario, infecciones de la piel y tejidos blandos (incluyendo infecciones dentales), infecciones de los huesos y la piel, infecciones intraabdominales y infecciones genitales en mujeres.
Además, en adultos, la AmoxicilinaÁcido clavulánico Sala también se utiliza para prevenir infecciones asociadas a procesos de cirugía mayor.
¿Cómo saber si es un virus o una bacteria?
Importancia de los virus y las bacterias
Los virus y las bacterias son microorganismos que pueden causar infecciones en los seres humanos. La principal diferencia entre ellos es que las bacterias pueden ser tratadas con antibióticos, mientras que los virus no.
En los niños, la mayoría de las infecciones suelen ser causadas por virus. Estas infecciones virales suelen ser menos graves que las bacterianas.
Algunas enfermedades causadas por virus incluyen resfriados, gripe, varicela, sarampión, paperas, herpes y hepatitis. La mayoría de las gastroenteritis y anginas también son de origen viral.
Por otro lado, las bacterias son responsables de enfermedades como tosferina, escarlatina, tuberculosis, infecciones urinarias, otitis y neumonías. También pueden causar algunos casos de anginas y gastroenteritis.
Las meningitis y conjuntivitis pueden ser causadas tanto por virus como por bacterias.
La diferenciación entre infecciones virales y bacterianas puede ser determinada por los síntomas y la evolución de la enfermedad. Algunas infecciones virales pueden complicarse con una infección bacteriana posteriormente. En casos de duda, el pediatra puede realizar pruebas para confirmar el diagnóstico.
Es importante tener en cuenta que la fiebre alta no siempre indica una infección bacteriana, y el estado general del niño suele ser mejor en caso de infección viral.
En cualquier caso, si un niño menor de 3 meses presenta fiebre, es necesario llevarlo al pediatra lo antes posible.
Fecha de publicación: 10/01/2019
Autor: Miguel Ángel Fernández-Cuesta Valcarce, Pediatra del Centro de Salud Juan de la Cierva, Getafe, Madrid.
¿Cuándo deja de ser contagiosa la amigdalitis?
No se han encontrado estudios que evalúen diferentes plazos de tiempo antes de cambiar el antibiótico en pacientes con faringoamigdalitis por estreptococo beta hemolítico del grupo A EBHGA que no mejoran clínicamente.
Según la información revisada en los sumarios de evidencia y guías de práctica clínica, los pacientes con faringoamigdalitis EBHGA suelen mejorar en un plazo de 3 a 4 días después de iniciar el tratamiento antibiótico. Después de 24 horas de iniciar el tratamiento, el proceso no suele ser contagioso. Si la fiebre persiste después del cuarto día de tratamiento, se debe evaluar la situación clínica y considerar otras posibilidades diagnósticas y de tratamiento.
Algunas posibilidades a considerar son la presencia de complicaciones supuradas, el incumplimiento del tratamiento antibiótico indicado, un falso positivo en la prueba rápida antigénica para EBHGA que podría indicar una infección viral como la mononucleosis infecciosa u otras, o la presencia de una infección asociada causada por otro microorganismo viral o bacteriano en pacientes que son portadores de EBHGA en la faringe.
Si se sospecha un fallo terapéutico, especialmente si se inició el tratamiento con un macrólido, se recomienda modificar la pauta antibiótica.
¿Qué es mejor para la amigdalitis La amoxicilina o azitromicina?
Villegas Sánchez E, Lago Acosta A, Parada Tapia MG, González de la Parra M.
Idioma: Español
Referencias bibliográficas: 15
Páginas: 305-311
Archivo PDF: 63,208 Kb
PALABRAS CLAVE:
– Escala de Bresse
– Faringoamigdalitis
– Amoxicilina/ácido clavulánico
– Azitromicina
RESUMEN:
En este estudio se comparó la eficacia y seguridad de tres días de tratamiento con azitromicina (tres dosis totales) versus diez días de amoxicilina/ácido clavulánico (30 dosis en total) en niños con faringoamigdalitis aguda. Se utilizó la escala de Bresse para evaluar la posible etiología de la faringoamigdalitis por estreptococo beta hemolítico del grupo A. Los resultados mostraron que ambos tratamientos fueron bien tolerados y no se observaron eventos adversos. Además, ambos grupos lograron una eficacia del 100%. Sin embargo, los pacientes tratados con azitromicina experimentaron un alivio más rápido del dolor en comparación con los tratados con amoxicilina/ácido clavulánico. No se reportaron eventos adversos.
REFERENCIAS EN ESTE ARTÍCULO:
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¿Cuántos días debo tomar azitromicina para la amigdalitis?
La dosis recomendada de xxxxx es de 10 mg/kg al día, administrada en una sola toma durante 3 días consecutivos. En el caso de niños y adolescentes, excepto en el tratamiento de la faringoamigdalitis estreptocócica, la dosis puede ser administrada durante 5 días, con 10 mg/kg el primer día y 5 mg/kg al día durante los siguientes 4 días.
La dosis varía según el peso del paciente. Para niños de 15 kg, la dosis es de 10 mg/kg al día durante 3 días o 10 mg/kg el primer día seguido de 5 mg/kg al día durante 4 días. Para niños de 15-25 kg, la dosis es de 200 mg al día durante 3 días o 200 mg el primer día seguido de 100 mg al día durante 4 días. Para niños de 26-35 kg, la dosis es de 300 mg al día durante 3 días o 300 mg el primer día seguido de 150 mg al día durante 4 días. Para niños de 36-45 kg, la dosis es de 400 mg al día durante 3 días o 400 mg el primer día seguido de 200 mg al día durante 4 días. Para niños de más de 45 kg, se utiliza la misma dosis que para adultos.
En el caso de faringoamigdalitis, la dosis recomendada es de 20 mg/kg al día durante 3 días, con una dosis máxima diaria de 500 mg. Para el chancroide, se recomienda una dosis única de 1 g.
En el caso de infección crónica por Pseudomonas en fibrosis quística, se recomienda una dosis de 250 mg tres veces a la semana para niños de 6-8 años y entre 25-40 kg, y una dosis de 500 mg tres veces a la semana para niños de más de 40 kg. En el caso de infección en fibrosis quística en niños de 6 meses a 18 años, la dosis es de 10 mg/kg una vez al día durante 3 días, con una dosis máxima de 500 mg, y se puede repetir semanalmente según sea necesario.
Para el tratamiento de la babesiosis, se recomienda una dosis de 10 mg/kg al día, con una dosis máxima de 500 mg, seguida de 5 mg/kg al día, con una dosis máxima de 250 mg, en combinación con atovacuona durante 7-10 días.
En el caso de infección por Campylobacter y Shigellosis, se recomienda una dosis de 10 mg/kg al día durante 3 días, con una dosis máxima de 500 mg. Algunas guías recomiendan una dosis de 20 mg/kg al día, con una dosis máxima de 1000-1500 mg, durante 15 días.
Para la infección gonocócica, la dosis varía según el tipo de infección y el peso del paciente. En el caso de infección no complicada de uretra, cérvix o recto en niños y adolescentes de menos de 45 kg, se recomienda una dosis única de 2000 mg en combinación con gentamicina. En el caso de infección diseminada en niños y adolescentes de menos de 45 kg, se recomienda una dosis única de 1000 mg en combinación con ceftriaxona. En el caso de infección conjuntival en niños y adolescentes de menos de 45 kg, se recomienda una dosis única de 1000 mg en combinación con ceftriaxona.
Para la profilaxis de endocarditis, se recomienda una dosis de 15 mg/kg, administrada de 30 a 60 minutos antes de la intervención.
Los comprimidos de xxxxx deben ser ingeridos enteros con agua, tanto durante las comidas como fuera de ellas.
Las contraindicaciones de xxxxx incluyen hipersensibilidad a azitromicina, otros antibióticos macrólidos o a cualquiera de los excipientes de la formulación. Se debe tener precaución en pacientes con intolerancia hereditaria a la fructosa, problemas de absorción de glucosa/galactosa, deficiencia de sacarasa/isomaltasa y pacientes diabéticos.
Se han reportado reacciones alérgicas graves, incluyendo angioedema y anafilaxia, con el uso de xxxxx. Existe un riesgo de arritmias graves, incluyendo torsade de pointes, por lo que se debe usar con precaución en pacientes con insuficiencia cardiaca grave, hipocaliemia no compensada o hipomagnesemia, bradicardia (menos de 50 lpm) o cuando se administre con otros medicamentos que prolonguen el intervalo QT. No es necesario ajustar la dosis en pacientes con alteración de la función hepática leve a moderada, pero se debe vigilar la función hepática en pacientes con insuficiencia hepática grave. No es necesario ajustar la dosis en pacientes con alteración de la función renal, pero se debe administrar con precaución en pacientes con alteración de la función renal grave (tasa de filtración glomerular menos de 10 ml/min). El uso de xxxxx puede causar colitis pseudomembranosa por Clostridium difficile y sobreinfecciones por hongos. La evidencia de seguridad de xxxxx en niños menores de 6 meses es limitada. Se debe tener precaución en pacientes con miastenia gravis.
Las reacciones adversas más comunes de xxxxx son de naturaleza leve a moderada y reversibles, y están relacionadas con el sistema gastrointestinal, como náuseas, vómitos, diarrea o dolor abdominal. También se han reportado reacciones adversas potencialmente graves, como angioedema e ictericia colestática. Otras reacciones adversas incluyen trombocitopenia, reacciones psiquiátricas, trastornos del sistema nervioso central, alteraciones de los órganos de los sentidos, trastornos cardiacos, alteraciones de la piel y tejido subcutáneo, trastornos del sistema músculo-esquelético, trastornos del aparato urinario y trastornos del sistema reproductor.
Las principales interacciones farmacológicas de xxxxx son con los derivados ergotamínicos, ciclosporina, digoxina, antiácidos y medicamentos que prolongan el intervalo QT. Se debe tener precaución al administrar xxxxx junto con medicamentos que prolongan el intervalo QT, debido al aumento del riesgo de arritmia ventricular.
La suspensión oral reconstituida de xxxxx no debe ser conservada a una temperatura superior a 25°C y es estable durante un periodo de 10 días. Existen diferentes presentaciones de xxxxx en dosis de 200 mg/5 ml, 150 mg, 250 mg, 500 mg y 1000 mg. Las formas farmac
Conclusión
La amigdalitis es una inflamación de las amígdalas, que puede ser causada por una infección viral o bacteriana. En el caso de la amigdalitis bacteriana, los antibióticos son necesarios para tratar la infección y aliviar los síntomas. Sin embargo, no todos los antibióticos son igualmente efectivos para tratar la amigdalitis.
La amoxicilina y la azitromicina son dos antibióticos comúnmente utilizados para tratar la amigdalitis bacteriana. Ambos son efectivos para eliminar las bacterias causantes de la infección y aliviar los síntomas. Sin embargo, la elección entre estos dos antibióticos depende de varios factores, como la gravedad de la infección, la edad del paciente y la presencia de alergias a los medicamentos.
En general, la amoxicilina se considera el antibiótico de primera elección para tratar la amigdalitis bacteriana. Es efectiva contra la mayoría de las bacterias que causan esta infección y tiene menos efectos secundarios en comparación con la azitromicina. Sin embargo, en casos de alergia a la penicilina, la azitromicina puede ser una alternativa adecuada.
Es importante destacar que el uso de antibióticos debe ser indicado por un médico, quien evaluará el caso específico y prescribirá el tratamiento adecuado. Además, es fundamental completar el ciclo de antibióticos según las indicaciones médicas, incluso si los síntomas desaparecen antes, para asegurar la eliminación completa de la infección y prevenir la resistencia bacteriana.
En conclusión, tanto la amoxicilina como la azitromicina son opciones efectivas para tratar la amigdalitis bacteriana. Sin embargo, la elección del antibiótico dependerá de varios factores individuales. Es importante seguir las indicaciones médicas y completar el ciclo de antibióticos para garantizar una recuperación completa. Siempre consulte a un médico para obtener un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado.
Enlace de fuentes
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https://www.pharysol.es/blog/pus-en-la-garganta-como-podemos-eliminarlo/
https://www.aeped.es/comite-medicamentos/pediamecum/azitromicina
https://www.tuvidasindolor.es/paracetamol-e-ibuprofeno-en-dolor-leve/
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